CENTRO INFANTIL VIRGEN DEL CARMEN
COCHABAMBA – BOLIVIA
¡Estamos de Fiesta!...
Escribimos este artículo justamente en la fiesta de Cochabamba; es día de dar gracias a Dios por la belleza que ella tiene, por ser el corazón de Bolivia; por estar mirada, protegida y acogida por la gran imagen del Señor de la Concordia y como madre, la Virgen de Urkupiña, a quien tanto se la quiere y celebra. Es un pueblo pobre pero festivo, todo es motivo de celebración.
Cochabamba tiene su encanto, una variedad de cerros muy secos sin vegetación, todos prácticamente habitados, donde la vida va surgiendo; en uno de ellos “Cerro Buena Vista” está el Centro Infantil Virgen del Carmen, es una infraestructura sencilla y limpia protegida por una reja azul, con unos juegos infantiles y un pequeño jardín que le dan un colorido especial y un ambiente acogedor.
Aquí las Carmelitas Misioneras tenemos desde hace 10 años la hermosa misión de acoger a niños de esta zona, de año y medio a seis años de edad, brindándoles afecto, seguridad y protección, pues lo necesitan. Muchos de ellos son muy pobres, no viven con sus padres, sino con la abuela, algún familiar o vecino. Los niños son hijos de inmigrantes de diferentes zonas de Bolivia y que ahora muchos de ellos han salido a otros países en busca de mayor economía, sin darse cuenta de la gran pérdida y sufrimiento que causan a sus hijos. Nuestra comunidad, anteriormente juniorado interprovincial, enriqueció con los valores y creatividad de las jóvenes esta guardería; ahora somos solamente tres hermanas a tiempo completo, quienes damos a estos niños todo lo que somos y tenemos con mucha alegría, convencidas de que esta misión que el Señor ha puesto en nuestras manos, es la misión mas hermosa por ser para los pequeños, pobres de todo:
LOS NIÑOS SON LA SONRISA DE DIOS.
Invitamos a compartir esta experiencia a quienes lo deseen vivir. Visitamos las familias, les ayudamos en sus dificultades, que son de todo tipo, les acompañamos y ayudamos si pierden a la mamá, orientamos en la educación de sus hijos, acogemos a niñas o niños con problemas o peligro moral aunque tengan más de seis años y no cerramos la puerta a nadie sea de la religión que sea.
En nuestro Centro Infantil, los niños disfrutan de una infraestructura adecuada, buena cocina, patio interno, patio de juegos, salas amplias, con buena luz, el correspondiente mobiliario y los materiales necesarios. Es en realidad un oasis en este cerro sin vegetación, sin agua, sin teléfono y sin otros recursos.
Ofrecemos a los niños una formación integral liberadora, en valores humanos y cristianos, teniendo presente la edad y la realidad: familias pobres, donde tienen necesidad de todo, especialmente de afecto.
Deseamos poner bases para formar personas con valores, capacitadas para colaborar en la transformación de su entorno; preparándoles para afrontar situaciones difíciles, saber gozar de lo positivo y soñar con un futuro mejor.
Los niños llegan débiles, desnutridos, muchos con necesidad de cariño. Es una gran alegría verles mejorar; reciben desayuno, almuerzo y merienda; comen lo que se les sirve y hasta repiten.
Superan la desnutrición, poco a poco se hacen amigos entre ellos, cariñosos y agradecidos. Consiguen un desarrollo y aprendizaje normal.
La tarea diaria no es fácil, exige mucha entrega, paciencia, gasto económico, pues están de 7:30 de la mañana, a 5.00 de la tarde o más; pero vale la pena; son 90 niños de más de 60 familias a quienes a través de las reuniones se les da formación práctica y valiosa. Un buen número de mamás están recibiendo semanalmente clases de cocina y repostería. Son ellas quienes expresan sus necesidades y piden la orientación.
Las educadoras y demás personal que trabajan en el Centro Infantil, tienen la mejor voluntad de acompañar, querer y ayudar a los niños; ellas, van reforzando su formación y conocimientos de pedagogía y metodología propias para la realidad de los niños, conociéndoles individualmente e interesándose por su situación familiar. Nosotras les acompañamos y animamos en su labor diaria, valoramos su donación a los niños a quienes entregan lo mejor de sí.
Es un gran apoyo la formación que están recibiendo del “Instituto de Formación Calificado” (INFOCAL), y que ellas, a su vez, ofrecen a los niños.
Tenemos convenio con la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), nos envían alumnos de la Facultad “Ciencias de la Educación” ellos nos ayudan en deportes y especialmente, en la aplicación del Método Montessori.
El Centro de Salud del barrio nos brinda su apoyo en el Control de Desarrollo y Crecimiento, en la atención a cualquier enfermedad, así como en la formación y limpieza bucal, además de la higiene de pediculosis.
Todo esto que nosotras Carmelitas Misioneras, las educadoras, los colaboradores y demás hacemos, no sería efectivo sin la oración continua, especialmente la de los niños, que saben muy bien hablar con Jesús, su mejor amigo; y por su puesto, en todo este proceso, FOSCARMIS nos ha apoyado enormemente con los aportes que nos han enviado, pues gracias a ello, hemos podido prestar un mejor servicio.
Agradecemos de corazón a todos los amigos de FOSCARMIS, porque al poner su granito de arena, están contribuyendo a que estos pequeños tengan un futuro mejor.
Cochabamba – Bolivia, Septiembre de 2011
Comunidad, Virgen de Guadalupe