“Sembrando Esperanza”
Gracias Foscarmis - es la palabra que sale del corazón de los niños, padres de familia y hermanas - por permitirnos soñar con esta posibilidad de mejorar nuestra calidad de vida.
Como su nombre lo dice, “Sembrando Esperanza”, hemos iniciado nuestro proyecto con mucha esperanza, ya hemos construido el Galpón para las gallinas y hemos preparado las eras para la huerta. Un gran entusiasmo se ha apoderado de todos los niños, padres de familia y hermanas, al recibir el aporte de FOSCARMIS.
Los niños se han encargado de conseguir el abono y el aserrín para las eras y el galpón; muy animosos salen con sus costales en compañía de hna. Ninfa, a rebuscar en los potreros abono y tierra buena para sembrar, y en las carpinterías del pueblo, consiguen el aserrín; parecen hormiguitas que van y vienen entre risas y saltos, trayendo consigo los elementos necesarios para cultivar.
Pero no todo ha sido alegría y festejo, ya tuvimos el primer gran sufrimiento con el galpón, pues a sólo tres días de haber llegado las gallinas se presentó una inundación en el pueblo y, por supuesto, nosotras como siempre hemos llevado la peor parte; tuvimos que trasladar las gallinas al segundo piso de la casa, que era, por su ubicación, el único lugar seco que quedó, y las metimos en la Biblioteca pues no tuvimos otra opción; allí convivimos con ellas dos días; después de esto, a iniciar los correctivos correspondientes para que no nos vuelva a ocurrir.
Llevamos poco con el proyecto pero día a día estamos en expectativa, pendientes en todo momento de las gallinas cómo van, si no están tristes, si se ven sanas. Que las semillas que sembramos estén reventando, que sí salgan, que la semilla haya salido buena... en fin, no paramos de buscar métodos y formas para que todo nos funcione y continuaremos así para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto al elaborar este proyecto.
¡Una vez más, gracias FOSCARMIS, el compromiso solidario de la Congregación va dando sus frutos!